El Espíritu Historia de Terror

El Espíritu Historia de Terror

Debo confesar que desde que era niño me causaban mucha curiosidad todas las historias paranormales, El Espíritu Historia de Terror adicionalmente creo tener recuerdos borrosos de ver algunas cosas en mi infancia que otras personas no podían ver a simple vista. La primera vez tenía 6 años, estábamos en un parque que quedaba muy cerca de donde vivíamos en ese momento, yo estaba jugando con un niño que había acabado de conocer allí y después de un rato mi madre fue a decirme que no hablara solo, aún recuerdo su cara cuando le dije que no estaba solo, que estaba con un niño. No sé si fue desde ese momento o antes, pero a partir de allí mi mamá notó que a veces yo veía algunas cosas fuera de lo común, entonces empezó a decirme que era normal y que simplemente las ignorara, luego en algún momento pensó que yo las inventaba o que tal vez tenía algún problema psicológico, pero en esa época no era algo en extremo grave y las personas no solían acudir al médico o mucho menos a un psicólogo, al menos no en la región en la que vivíamos. Así fue que con el tiempo simplemente ignoré y olvidé esta etapa de mi vida, pero hubo algo que pasó cuando yo tenía más o menos 11 años que hasta hoy no he podido explicar. Un sueño que tenía mi padre era poder comprar un terreno en el cual construir no solo una casa para su familia sino un lugar que pudiera dividir en departamentos para rentar y vivir más tranquilamente.
Un día un conocido le habló de un terreno que estaban vendiendo a las afueras de dónde vivíamos, era una zona muy bonita, el terreno quedaba muy cerca a dónde pasaba un río, pero estaba cerca de la carretera también, era muy extenso. El precio era muy bajo así que eso hizo desconfiar un poco a mi padre quien le preguntó al dueño el motivo por el que estaba vendiendo ese lugar, el señor le contó que el terreno estaba abandonado hacía mucho tiempo y que era parte de la herencia de cinco hermanos que no habían podido ponerse de acuerdo en qué hacer con él y aunque por mucho tiempo estuvieron planeando construir, algunos solo querían el dinero así que la solución más práctica había sido venderlo. Mi padre se decidió a comprarlo y como siempre había trabajado en construcción contrató a unos colegas para que le ayudaran a reformar y construir. Lo primero fue tumbar lo que quedaba de la casa que había en el terreno, era una construcción abandonada, así que no tardaron mucho en hacerlo, recuerdo que durante ese tiempo mi padre llegaba siempre muy cansado pero muy feliz por su nuevo proyecto. La idea inicial era que construirían los primeros pisos para que pudiésemos pasarnos a vivir allí cuanto antes y poco a poco iríamos construyendo lo demás, así que en cuanto la primera parte de la construcción estuvo lista nos mudamos. El diseño era muy particular, como el terreno tenía una inclinación mi padre había hecho la construcción de la siguiente manera; En la parte frontal de la casa, que daba hacia la calle, estaba la puerta de entrada, allí en ese primer piso estaba la zona de estacionamiento y era donde se empezaría la construcción de los demás departamentos, al lado derecho de esa primera planta estaba la entrada al lugar en donde viviríamos nosotros, la puerta tenía unas escaleras que bajaban para llegar al lugar en donde quedaba la sala, la cocina y la habitación principal, luego había otras escaleras que bajaban un poco más hacia donde había otras dos habitaciones y otra sala desde donde podía verse un jardín y unos metros más allá de ese jardín estaba el río que podía oírse desde mi habitación. Cuando nos mudamos aún faltaban algunos detalles por arreglar, sobre todo de la parte exterior, como rejas y muros que separaran el jardín de las otras casas.
Una vez yo estaba en mi habitación desde donde podía ver el jardín, cuando empecé a ver algo muy extraño, era como una sombra, pero blanca, tenía una forma alargada y ovalada, recuerdo que me froté los ojos para ver si estaba viendo bien, pero la sombra blanca continuaba allí, flotaba y luego desaparecía debajo de la tierra, para volver a salir y repetir lo mismo, me paralicé por unos segundos y finalmente fui corriendo a buscar a mis padres para contarles lo que había visto. Mi papá empezó a decir que seguramente había sido un reflejo y que yo no había visto bien, pero yo estaba seguro y seguí insistiéndole hasta que se desesperó, me llevó dentro de la casa y me confesó algo que había pasado cuando empezaron la construcción. Cuando tumbaron la casa vieja que estaba antes en ese terreno, tuvieron que excavar en algunos puntos para poner la estructura de la construcción, inicialmente habían empezado a hacerlo en donde ahora estaba el jardín cuando de pronto encontraron unos huesos enterrados en ese lugar. Parecían ser los huesos de una cadera y parte de unas piernas, pero entre los que estaban allí no pudieron ponerse de acuerdo en sí pertenecían a un humano o a una vaca, la discusión duró un tiempo y comenzaron a preguntarse qué hacer, entonces mi papá decidió que lo mejor era agarrar los huesos y botarlos, él pensaba que si llamaban a alguna autoridad o alguna entidad iban a abrir una investigación y eso retrasaría la construcción, así que decidió dejar esa zona como jardín, desechar los huesos y continuar con el proyecto. Luego de contarme eso me dijo que no le pusiera cuidado a ninguna de esas cosas, que fuese lo que fuese nada malo iba a pasarnos, yo debo admitir que la historia no logró tranquilizarme, sin embargo, intenté olvidar el suceso e ignorar cualquier ruido o cualquier cosa extraña que viera durante los días siguientes. Un domingo, me desperté un poco más temprano de lo habitual y subí las escaleras hacia la cocina para buscar algo de comida, en eso me di cuenta de que mis padres estaban discutiendo y en silencio decidí intentar escucharlos. Estaban hablando sobre el incidente de los huesos y la sombra blanca que yo había visto días antes, mi madre le reclamaba por no haber investigado bien, al parecer ella había estado preguntando por su cuenta a los vecinos sobre la historia de este terreno y la casa que anteriormente estaba allí. Finalmente, una vecina de edad mayor que había vivido durante toda su vida en ese sector, le contó que cuando era niña allí se había mudado una pareja de esposos con dos hijos, aunque ella no recordaba muy bien todos los detalles por todo el tiempo que había pasado, decía que la pareja solía pelear a menudo, primero con gritos, pero a veces escuchaban ruidos y cosas que se rompían, en algunas ocasiones tuvieron incluso que llamar a la policía por el constante ruido, hasta que un día la pareja simplemente se fue y nunca nadie supo nada más de ellos. Mi mamá pensaba que algo había pasado con esa familia que había vivido hacía tantos años allí y lo que me sorprendió fue que mi padre le dio la razón, él, que nunca había sido supersticioso, al parecer había visto algo, pero yo nunca supe que fue. Los arreglos de la casa terminaron, ahora era cuestión de tiempo para continuar construyendo, pero mi padre debía esperar un tiempo para reunir más dinero para seguir con el proyecto, sin embargo, a veces lo veía en el jardín removiendo la tierra.
Un día mi madre y yo salimos a comprar cosas para la cena de año nuevo, era 29 de diciembre, eso lo recuerdo con claridad porque en cuanto regresamos a la casa no podíamos encontrar a mi padre en ningún lugar, lo buscamos por todas partes hasta que escuchamos unos ruidos que venían del jardín, fuimos hacía allí convencidos de que seguramente era él y lo encontramos cubierto de tierra, parecía que llevaba todo el día trabajando allí, la tierra estaba completamente removida como si hubiesen cavado varios agujeros para luego volver a taparlos. Él estaba como tratando de aplanar la tierra del jardín y tenía una expresión extraña como si algo lo hubiese asustado, pero por más que le preguntamos y le insistimos en que nos contará que sucedía, él no dijo ni una palabra al respecto, al menos no en frente mío. El día de año nuevo vinieron algunos familiares para recibir el año en la casa nueva, estábamos comiendo en la zona donde estaba la sala junto a la cocina, cuando empecé a oír unos pasos, parecían venir desde la entrada del jardín, después empezaron a subir poco a poco por las escaleras, parecían pisadas de tacones, así que decidí ir hacia las escaleras, cuando de pronto vi pasar a la sobra blanca, la misma que había visto antes en el jardín, sentí un escalofrío por toda la espalda, me paralice y escuché como continuó subiendo hasta llegar a la puerta de salida a la calle e incluso hoy podría jurar que oí como si alguien hubiese abierto y cerrado la puerta para salir de la casa. Mi madre se asustó al verme allí paralizado, pálido del miedo y viendo hacia las escaleras, me preguntó qué pasaba, pero en cuanto le conté lo que acababa de ver se quedó viéndome muy seria y llamó a mi padre para que habláramos los tres sin que los demás familiares pudieran escucharnos, entonces les pregunté si ellos no habían visto nada, si no habían escuchado los pasos ni las puertas abrirse, pero su respuesta fue no. Después de ese día nunca más volví a ver ni escuchar nada extraño, ninguno volvió siquiera a pensar en eso, era como si esa sombra blanca que al día de hoy no sé si era un espíritu, un fantasma o algo más, hubiese decidido dejar nuestra casa para siempre. Lo más extraño es que esto pasó justo unos días después de que hubiésemos encontrado a mi padre en el jardín, hasta el día hoy, después de más de 20 años de haber vivido en esa casa, nunca supe qué fue lo que él hizo ese día, de lo que si estoy seguro es que funcionó.
 
Autor: Luna
Derechos Reservados

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