El Turno Nocturno Historia de Terror

El Turno Nocturno Historia de Terror

La noche es tímida, siempre está acompañada, si no es por la Luna es por extraños seres cuyas intenciones, aunque no están del todo claras, se presumen malévolas El Turno Nocturno Historia de Terror.
Mucho se habla de Brujas, Nahuales, Duendes, y hasta de Cementerios, pero muy poco se habla de los monstruos que salen de los lagos de sangre del Infierno para pasearse entre nosotros.
Soy guardia de seguridad, desde el 2017 trabajo para un supermercado, ya saben, el más mexicano, la sucursal donde trabajo está en el estado de Guanajuato.
Lo que les voy a contar es altamente confidencial debido a su extraña naturaleza. Hay un oscuro ser que se aparece en varias sucursales de ese supermercado, no solo en Guanajuato, también en San Luis.
La situación con este ser es tan delicada que inclusive existe un código que los guardias reportamos por radio cuando podemos verlo. Código Manta. Diario hay reportes de esa oscura criatura, tenemos evidencia de ese horrible monstruo, lo hemos grabado por las cámaras de seguridad en más de una ocasión.
Es más, había una empresa que prestaba trabajadores al supermercado para surtir la mercancía en la noche. Pues esa empresa rompió toda negociación con la tienda cuando muchos de sus empleados le reportaron que habían visto a la cosa esa.
Cuando esa empresa dejó de enviar a sus trabajadores, los guardias nos quedamos solos en el turno nocturno. Esto no duró así mucho tiempo porque una noche un compañero de una sucursal llamó por radio reportando a la criatura, decía que lo estaba persiguiendo, que se le quería acercar. Fue lo último que supimos del compañero, lo encontraron muerto en la mañana. Al revisar las cámaras de seguridad se ve claramente que esa cosa lo va siguiendo de lejos. A la familia se le dijo se le habían caído encima unas pesadas cajas, fue lo único que se les pudo decir para justificar que su cabeza estuviera aplastada.
Después que ese trágico incidente el supermercado tomó la decisión de tener en el turno nocturno a un trabajador más aparte de nosotros los guardias. Así seríamos dos, así al menos alguien podría llamar a emergencias si esa cosa volvía a atacar.
Los avistamientos de ese monstruo siguen ocurriendo a diario, pero al menos nadie volvió a morir, debo aclarar que sí ocurren ataques, trabajadores y guardias se han ido incapacitados por lesiones causadas por ese oscuro ser.
Para desgracia de quienes debemos pasar la noche en estas sucursales, esa horrible cosa no es lo único que nos vemos obligados a soportar durante nuestra jornada laboral.
Ocurren muchos otros fenómenos por toda la tienda, algunos minúsculos y otros realmente espantosos. Les quiero contar sobre el turno más tenebroso que he tenido que soportar, la noche que me ocurrieron todos los fenómenos paranormales que se puedan imaginar, la noche que por primera vez reporté el Código Manta.
Fue en diciembre, en vísperas de navidad. Me desperté a las 8 de la noche, como siempre, cené con mi esposa y con mis hijas mientras veíamos algunos vídeos, fui al baño y mientras mi mujer me preparaba el lonche y un agua de frutas me alisté para el trabajo. Ya con el uniforme puesto, tomé mi lonchera, me despedí de mi familia y salí de mi casa.
Eran las 10:40, vivo bastante cerca del trabajo así que me voy caminando despacio y llego 5 minutos antes. Esa noche era como cualquier otra, pocas personas en la calle, los pocos locales que quedaban abiertos ya comenzaban a recoger sus cosas, alguna que otra patrulla cazando a los despistados, algún borracho caminando y claro, nunca faltan las mujeres del servicio.
Llegué a mi trabajo, hay que subir una pequeña rampa para llegar a la entrada de personal. Presioné el timbre y mi compañero guardia me dejó entrar. Realizamos el cambio de turno. Ya solo faltaban de salir las chicas de caja general, siempre son las últimas, ya que tienen que hacer el corte de la tienda. Alguien llamó a la puerta, era el otro trabajador que estaría conmigo en el turno nocturno. Mi compañero guardia se fue, a los 5 minutos las chicas de caja general terminaron sus labores y les di salida. Se alarmó la tienda y comenzó El Turno Nocturno.
Era de nuevo ingreso al que habían enviado a hacerme compañía, era del departamento de imagen, así iba a andar por toda la tienda limpiando.
Atravesé las bodegas para ir al área de mantenimiento, ahí fui al panel de las luces y apagué el 90%, solo se queda encendido uno de cada 3 pasillos, el área de recibo, el comedor y los baños.
A pesar de nunca haber visto a la criatura ya conocía su existencia pues cuando te contratan te lo dicen de la forma más sobria posible, después hablando con los compañeros entiendes como está el asunto, uno aprende a qué horas se aparece en qué lugar. En esa sucursal solía aparecerse en el pasillo de vinos, también le gustaba andar encima de los anaqueles.
Por tanto, antes de ir a dar los rondines verifiqué por las cámaras que el monstruo no anduviera por ahí caminando. Revisé en las 18 cámaras y no había nada, así que fui a recorrer los oscuros pasillos.
Afortunadamente, el joven de imagen estaba usando la pulidora así que había ruido de fondo, eso ayuda mucho porque te evita escuchar cosas raras que suenan.
Andaba por el área de juguetes, específicamente en el pasillo de niñas cuando escuché que uno de los bebés de pilas se activó y comenzó a llorar, yo en verdad odio entrar a ese maldito pasillo, pero el problema es que si no iba a apagar el juguete este seguiría llorando toda la noche. Lo que odiaba del pasillo es que en ahí se aparece una niña. Entré al pasillo, apagué el bebé y cuando volteé, en efecto, ahí estaba la niña, de piel pálida, cabello corto, con ojos hundidos, no era la primera vez que la veía pero seguía siendo escalofriante, la mirada de la niña era de un odio muy profundo, simplemente me di la vuelta y salí corriendo de ahí. Gajes del oficio.
Seguí con mi recorrido, me dirigía al área de carnes, mientras caminaba me acordé de la vez que un trabajador murió ahí, él estaba atendiendo a una mugrosa clienta fastidiosa, la maldita vieja era muy quisquillosa y le estaba jode y jode con que así no quería el corte, el compañero se desesperó y por voltear a gritarle se distrajo, la sierra le cortó el brazo, murió desangrado. Cuando pasas cerca de la carnicería puedes verlo ahí parado, de espaldas. Así que cuando esa noche lo vi no me asustó. Lo que sí me asustó fue que algo se cayó detrás de mí, algo pesado que hizo mucho ruido. Brinqué del susto. Un paquete de jugos se había caído y se había hecho un tiradero. Fui a buscar al chico de imagen y le pedí que limpiara.
Mientras trapeaba, el chico me preguntó cuántos guardias estábamos, resulta que había visto a otro guardia caminando por los pasillos. No había otro guardia, y yo no había pasado por la zona donde él decía haber visto al otro guardia. Claro que no quería asustarlo, era su primer día de noche. Le mentí, le dije que éramos dos, pero que el otro compañero pasaba casi todo el turno viendo las cámaras, que seguramente había ido al baño y que por eso lo vio caminando por los pasillos.
Terminó de trapear y lo acompañé hasta donde se guarda el trapeador, no quería que se encontrara otra vez con el supuesto guardia y que se le ocurriera hablarle o algo. Jamás nadie había reportado a ese guardia que claramente era un fantasma, así que tomé mi celular para llamar a mi jefe y comentarle la situación. Me dijo que evitara esa área y que cuidara que el chico de imagen tampoco se acercara.
Seguí con mis rondines tratando de mantenerme cerca del chico de imagen para estar al pendiente. Cuando pasé cerca de los probadores escuché que alguien me habló, era la voz de una mujer. Sentí un escalofrío muy feo recorrer todo mi cuerpo, era una voz muy aguda. Me alejé de ahí lo más rápido que pude.
Durante la siguiente hora y media me aplaudieron, me jalaron el pantalón, se cayó mercancía, me movían las cosas de lugar, se apagaban las luces, un turno muy estresante y ciertamente muy intimidante.
Eran como las 3 y cuarto cuando me encontré al chico de imagen sentado en una caja dormitando. Le dije que sin problemas podía ir a dormirse un rato al comedor. No se lo tuve que decir dos veces. Me anduvo del baño, eso no me gustaba, para ir al baño a fuerza hay que pasar por el pasillo de vinos, sí, donde se aparece el monstruo, me aguanté lo más que pude mientras seguía haciendo recorridos, pero mi cuerpo me pedía ir al baño así que me resigné.
Fui al baño a paso veloz, cuando pasé por el pasillo de vinos pude ver de reojo un bulto denso, robusto y completamente negro, era amorfo, ni siquiera podría describirlo con muchos detalles, simplemente era una cosa negra, el monstruo.
Me seguí de largo sin voltear. Aceleré el paso, de pronto escuché un fuerte golpe en el techo, parecía haber sido justo encima de mí, mientras avanzaba escuchaba como si alguien estuviera caminando en el techo, el monstruo, la criatura negra me estaba siguiendo. Me dio tanto miedo que hasta se me fueron las ganas de ir al baño, así que me di la vuelta para irme de ahí. Fue entonces que escuché como algo bastante pesado cayó justo detrás de mí, no volteé, pero estoy convencido de que era es horripilante monstruo. Me quedé paralizado, en cualquier momento podría atacarme, comerme quizá, no supe de dónde pero saqué fuerzas para correr y me alejé lo más rápido que pude.
En cuanto llegué a las cámaras tomé el radio y reporté: Código Manta, repito, Código Manta….
 
Autor: Ramiro Contreras
Derechos Reservados

Share this post

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *


Historias de Terror