La Chica Triste Historia de Terror

La Chica Triste Historia de Terror

Para entender esta historia, necesitas conocer primero otra… La Chica Triste Historia de Terror El año pasado una chica se suicidó desde el séptimo piso de la facultad de medicina de mi universidad, por diferentes conflictos internos que se debatía. Nadie salió ni intervino para evitar la tragedia, pues la gente creía que era broma y, los que estaban en clase en el salón frente a ese balcón, no pudieron salir porque la profesora no se los permitió. Fue un evento que marcó la historia de la universidad, ya que terminó saliendo en todos los noticieros y varias personas grabaron el terrible hecho. Las clases se suspendieron durante un tiempo, pero pasado el tiempo, todo acabó retornando a la normalidad, supuestamente… Las personas dicen que, en ese piso, se ha llegado escuchar el llanto de la chica y que varios empleados de intendencia la han llegado a ver caminando por los pasillos y en ocasiones cerca del lugar donde ella terminó con su vida. Ahora les hablaré de la segunda historia, esta me sucedió a mí, lamentablemente… Estudio en el aula que estaba frente al balcón donde se aventó la chica. A veces, mientras estábamos en clases yo escuchaba que me llamaban por mi nombre, parecía que nadie más lo escuchaba solo yo, sentía un terrible escalofrío. De por sí, ese edificio es frío, pero desde que sucedió la tragedia, yo sentía que se había vuelto aún más frío. Era temprano, las 8 de la mañana, y yo tenía un fuerte dolor de cabeza, era horrible, no me concentraba en clases, así que decidí ir al baño para despejarme un rato. Cuando salí del aula, el dolor incrementaba, no se parecía a las migrañas que solía tener normalmente del estrés. No sabía si hablarles a mis padres que fueran por mí, aun así, me dirigí hacia el baño y empecé a lavarme el rostro en un desesperado intento de calmar el dolor. Mientras sumergía mi cara en el agua, entonces fue ahí donde sentí que alguien me tocó el hombro, en un instante pensé que era una amiga que se había quedado preocupada por mí en el aula cuando le comenté del dolor. Le dije “ahí voy”, mientras mi cara estaba empapada de agua con los ojos cerrados, tomé un papel para secármela, al poder abrir mis ojos giré hacia donde creía que estaba mi amiga, pero no había nadie, el baño estaba oscuro y las luces apagadas. Me quedé pasmada y en silencio, estaba segura que alguien me había tocado el hombro, no fue ni un roce, ni mi imaginación, realmente alguien me había tocado fuerte el hombro, ¿Y porque las luces apagadas?, cuando entré al baño estaban prendidas. Comencé a sentirme un poco nerviosa, pero mis nervios se tornaron en un absoluto miedo cuando comencé a escuchar en el mismo baño que alguien pronunciaba mi nombre, la puerta principal del baño se cerró azotando fuertemente. Me asusté tanto que me dirigí rápido hacia la puerta para salir corriendo, pero la puerta no quería abrir, estaba cerrada. Estaba desesperada y llena de terror que empecé a golpearla y gritando para que me sacaran, fue ahí donde escuché un llanto de una mujer dentro de uno de los cubículos del baño, estaba paralizada de miedo, comencé a temblar horrible y no pude evitar llorar, no me separaba de la puerta seguía intentando abrirla, hasta golpeándola para abrirla. El llanto de la mujer duró segundos cuando la puerta de uno de los cubículos abrió muy despacio y alcancé a ver una sombra oscura manifestándose frente a mí, de la impresión solo recuerdo que desvanecí cayendo en el piso desmayada. No por cuánto tiempo estuve tirada, creo que no fue por mucho tiempo, pero al despertar la puerta del baño se encontraba abierta y las luces prendidas nuevamente, sin pensarlo me levanté y salí corriendo hacia mi salón. Mis compañeros y el maestro me vieron llegar aterrada y con lágrimas en los ojos, les platiqué lo que había sucedido y todos estaban asustados, en esa ocasión el maestro me tranquilizó llevándome a la enfermería de la universidad y mis padres fueron por mí temprano para llevarme a checar, pues estaba traumada. Cuando regresé a clases, nunca volví a entrar a ese baño. Nunca he sido escéptica respecto a lo paranormal, desde niña siempre he creído en fantasmas, a veces, he escuchado o visto cosas sin explicación, pero nunca, ningún suceso me había golpeado tanto como este. Ninguno me había hecho desmayar. Después de ese suceso, decidí cambiarme de clase, pero no me lo permitieron. Así que decidí no volver a ir cerca de ese baño, siempre que necesito ir a un baño, bajo un piso. Al final, terminé el ciclo y pienso arreglar mi horario para que no me vuelva a tocar en ese piso. Esta historia es real, si deseas comprobar la veracidad del incidente previo a este suceso, hay unos cuantos videos en YouTube.
 
Autor: Anónimo
Derechos Reservados

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