¿Qué vive aquí? Historia de Terror

¿Qué vive aquí? Historia de Terror

Cuando tenía 14 años me mudé a casa de mis tíos para seguir estudiando ¿Qué vive aquí? Historia de Terror. Mis papás carecían de recursos para sacarme adelante, así que el hermano de mi papá me alojó en su casa, junto a su esposa e hijos, para cuidarme. Mi prima era 7 años mayor que yo, pero aun así éramos muy unidas, ella constantemente me asustaba diciendo que en su casa asustaban, pero no quería creerle, pues no se me hacía normal que alguien dijera eso. La casa tenía tres habitaciones y un baño, había un pasillo estrecho, al inicio de este pasillo estaba la habitación de mi prima, después tres puertas más, la habitación de mi primo, de mis tíos y el baño. La casa no era grande, a decir verdad. El primer día que estuve ahí me sentía extraña como una vibra muy pesada, como si alguien me estuviera observando cuando caminaba por la casa, sin embargo, no había nadie. El pasillo afuera de las habitaciones era muy largo y no había luz, siempre estaba oscuro, al final de este, estaba la puerta que daba hacia la calle, y daba escalofrío caminar de noche por ahí. Los días pasaron, y la vibra se sentía cada vez más pesada, la casa estaba en un pequeño condominio, y vivíamos en el tercer piso, las cortinas del cuarto de mi prima eran de colores claros, y la luz del farol la alumbraba directamente. Nunca olvidaré esa noche, estábamos solas, viendo un canal de películas, estaban pasando “El aro”, ambas teníamos miedo, pero aun así veíamos la película por curiosidad, todos los focos de la casa estaban apagados. Mi prima tenía dos perros chihuahueños que eran muy escandalosos pero ese día estaban encerrados en la terraza. Al finalizar la película nos acostamos en la cama, que se encontraba a un lado de la ventana y enfrente de nosotros había un espejo donde nos podíamos ver reflejadas, mi prima dijo: “La casa está muy silenciosa, los perros no hacen ruido”, mientras jugaba con sus dedos. Estaba de acuerdo con mi prima era demasiado extraño, pues como dije antes los perros ladraban por cualquier cosa, entonces con ambas manos sujeté mi cabello mientras cerraba los ojos con sueño, al abrirlos volteo a ver a mi prima y también se estaba quedando dormida, algo llamó mi atención hacia el espejo que al voltear y poner atención me percaté que justo arriba de nosotras, asomándose por la ventana, había una escalofriante silueta de una chica observándonos fijamente, era completamente imposible ya que estábamos a tres pisos arriba. Mi cuerpo no reaccionaba, estaba completamente aterrada, un miedo terrible que hasta incluso mi pecho sintió un horrible dolor, mis manos comenzaron a temblar y lentamente golpee la pierna de mi prima, cuando ella abrió los ojos y me miró, yo no podía dejar de ver aquella mujer, le indiqué con la cabeza que viera en el espejo, ella al momento de voltear palideció al instante, estábamos aterradas, de pronto aquella sombra se desvaneció y mi prima y yo nos giramos rápidamente, pero no había nadie en la ventana. Los ladridos de los perros comenzaron a escucharse desesperadamente y la puerta de la habitación se abrió de golpe, no podía evitar llorar de miedo, yo le decía a mi prima: “Que está pasando, no me asustes”, pero mi prima también estaba aterrada. Nos tomamos de las manos, mientras caminamos hacia la puerta para salir de ahí y mientras lo hacíamos despacio a causa de que las piernas no nos respondían, las luces se prendieron solas y comenzaron a parpadear, mientras que las puertas de las otras habitaciones se abrieron solas. No sabíamos qué hacer, la única salida era por ahí, mi prima avanzó primero hacia la sala porque escuchaba a sus chihuahuas, y yo la seguí sosteniéndola muy fuerte, no podía detener el temblor en mis piernas. En la sala vimos a los perros en una esquina, ambos estaban hechos bolita y chillando, mi prima se acercó hacia ellos para tomarlos, pero yo pensaba cómo es posible que estuvieran ahí si se suponía que estaban afuera en la terraza, alguien los había dejado entrar. En la sala había un pequeño mueble donde estaban las fotos familiares, en el centro de ese mueble había unas cajas musicales, fueron regalo de la abuela para mi prima, eran en total 3. De la nada comenzó a sonar una, “Fur Elise – Beethoven”, cuando la bailarina terminó de dar una vuelta, la siguiente caja sonó, mi prima se acercó a mí, yo estaba llorando, el miedo que sentía era espantoso, tragué saliva porque en el momento en que ambas muñecas terminaron de dar la vuelta comenzó a soñar la tercera caja. Entonces apareció, frente a nosotras hacia la esquina, una mujer que vestía de blanco, tenía la cabeza mirando al piso y el pelo largo, mi prima me sujetó fuertemente de la mano y me jaló rápido, ya no estaba en mis cinco sentidos, sentía que no me podía mover, mientras que mi prima me jalaba hacia la salida, en ese transcurso vimos una escena horrible. Nunca me han gustado las muñecas que se obsequian en los XV años, siempre me han dado miedo, mi prima tenía una que permanecía sentada en la parte superior del mueble donde tiene sus cosas importantes, sin embargo, al pasar por su cuarto nuevamente mientras ambas temblábamos, mi prima soltó un grito fuerte al ver su muñeca sentada en el centro de la cama donde minutos antes habíamos estado acostadas. Los perros se alborotaron, corrieron hacia la habitación, fue escalofriante ver como ambos apenas entraron comenzaron a chillar y retroceder. La mujer que estaba en la esquina de la sala, ya no estaba, y la muñeca que estaba puesta en la cama, tenía su vista fija hacia nosotras, giramos hacia el pasillo que estaba oscuro, de una u otra manera teníamos que pasar por ahí, las cajas musicales no dejaban de sonar, me aferré al brazo de mi prima, mientras ambas llorábamos, me susurraba con su voz cortada: —“Vamos a salir de aquí, sujetarás fuertemente mi mano y correremos hacia casa de mi tío”—. Sostuve la mano de mi prima, tan fuerte que ya ni la sentía, en el momento en que abrió la puerta, los perros salieron corriendo escaleras abajo, mi prima y yo detrás de ellos, se escuchó como la puerta era azotada muy fuerte, estaba completamente oscuro. —“Tío Ney , tío Ney” –mi prima gritaba desesperada. Nunca olvidaré que mientras bajábamos las escaleras sollozando, me limpiaba los ojos, y veía hacia atrás, las luces seguían encendidas y la chica que antes habíamos visto, estaba parada en la ventana de nuestra habitación, con la cara levantada y viéndonos fijamente a nosotras, con una sonrisa de lado, y se podía notar que en su mano sostenía la muñeca de mi prima. Grite de miedo y seguí corriendo hacia la casa del Tio Ney, choqué con alguien y grite histérica, mientras Itto, mi primo me abrazaba y me decía que todo estaba bien. No sé qué pasó, escuchaba cosas lejanas y de pronto todo en mi vista se volvió negro. Cuando desperté, mi prima estaba en la cama, se abrazaba a sí misma y me miró, tenía los ojos rojos y me abrazó, me dijo que Tío Ney había subido a la casa y la había revisado, pero no había absolutamente nada, las puertas estaban cerradas, las luces apagadas y que la muñeca estaba arriba del mueble, com
o si nada hubiera pasado. Cuando volvimos a la casa todo era tan diferente, teníamos bastante miedo e incluso había noches en las que no dormíamos, me mudé pues yo no podía seguir más ahí, aunque me
dio mucha tristeza dejar a mi prima. Me enteré después, que en esa casa habían violado y matado a una joven, pero es un tema que nadie quiso comentar, han ido bastantes sacerdotes a dar bendición después de aquel último y aterrador suceso. La chica aún la han llegado a ver actualmente, la pregunta que siempre le hice a mi prima mientras vivimos juntas fue… ¿Qué vive aquí?
 
Autor: Anónimo
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