Solo En Casa Historia de Terror

Solo En Casa Historia de Terror

Esto que les voy a contar es una pequeña anécdota que me sucedió hace tiempo Solo En Casa Historia de Terror. Una tarde, me encontraba sola en la casa, ya que mis papás junto con mi hermana habían salido a la calle. Había tenido un día muy pesado así que me relajé viendo la televisión en una de las recámaras, tenía la puerta abierta del cuarto y recuerdo que comenzaron a escucharse sonidos de cosas que se movían dentro de la casa, no le tomé importancia pues tenía dos gatos y a veces jugaban y movían las cosas. La casa estaba a oscuras, la única luz que alumbraba la recámara era la de la televisión, nuevamente comencé a escuchar sonidos y de pronto de algo que cayó muy fuerte, me levanté para dirigirme a buscar a los gatos y oh sorpresa, los gatos estaban en una esquina acostados y despiertos del ruido que provocó lo que se había caído. Se me hizo muy extraño, así que salí del cuarto para averiguar qué era lo que había caído, al fondo del pasillo había una extraña figura, no distinguía bien pues estaba oscuro, al principio pensaba que era la oscuridad así que me acerqué de curiosa para ver bien, pero cuando estaba más cerca, vi que era la figura de una persona, en eso la silueta se movió, y me asusté tanto que sentí un dolor en mi pecho de impresión. Salí corriendo de ahí hacia el cuarto y me encerré, estaba aterrada, en ese momento no sabía que hacer, no tenía mi celular en ese momento para hablarle a mis padres, lo había dejado en otro lado. No podía dejar de ver hacia la puerta asustada de que esa cosa que había visto se metiera, pasó un rato y no se escuchaba nada, comencé a tranquilizarme un poco y me hice a la idea que tal vez lo había imaginado. Salí del cuarto y prendí las luces, no había absolutamente nadie, bajé hacia la cocina que estaba frente a las escaleras y prendí las luces, tenía muchos escalofríos, pero a la vez me estaba tranquilizando pensando que había sido una mala jugada de la oscuridad de la casa. Me serví un poco de agua y salí de la cocina para irme de nuevo para el cuarto, pero antes de subir a las escaleras, algo atrajo mi atención que, al voltear hacia la sala, vi la escalofriante silueta de nuevo. Sentí que mi cuerpo se erizó por completo, no había sido mi imaginación, ahora estaba segura de que era real esa espeluznante cosa, entre en pánico que lo único que se me ocurrió fue correr nuevamente hacia arriba, tomar el teléfono y encerrarme de nuevo, estaba tan asustada que no paraba de llorar de la impresión. Desesperadamente, comencé hablarles a mis papás, pero no contestaban el teléfono, yo seguía intentando, cada vez aumentaba mi miedo, me sentía acorralada, insistí y marqué de nuevo hasta que por fin me contestaron. Era mi padre, y yo con desesperación, recuerdo que le decía: “¡hay alguien aquí, vengan ya!”, pero mi padre no me entendía de lo alterada que estaba, me pasó a mi mamá, y solo de escucharme se preocupó por mí, recuerdo que la voz se me cortaba y lo único que le decía era: “¡vengan a la casa!”. Lo más escalofriante fue escuchar decir a mi madre: “¿Estás bien?, ¿quién más está contigo?, se escucha alguien más hablando, no te entiendo nada” Aterrada de escuchar lo que dijo mi mamá gritaba: “¡Vengan ya!” Y me dijo: “voy para allá, salte y espérame afuera de la casa”. Colgamos y corriendo sin mirar hacia atrás o a mis lados, salí de la casa, me quedé afuera esperando que llegaran mis padres, volví a marcarle a mi madre, pues sentía que ya habían pasado horas desde la última vez que me dijo que ya estaban en camino y le dije que no me colgaran hasta que llegaran, estaba llorando no podía explicarle a mi madre, juro que es una impotencia terrible querer explicar algo y que no te salgan las palabras. Me quedé sentada en una banca afuera de la casa hasta que mis padres llegaron, las luces del vehículo me lo habían indicado, me levanté y al estacionarse mi mamá se bajó corriendo para abrazarme, nos quedamos un rato afuera y les expliqué todo más tranquila, ya me sentía segura junto a mis padres. Mi papá se metió a investigar y por supuesto no había nada en la casa, esa noche dormí junto a ellos. Fue una horrible experiencia.
 
Autor: Anónimo
Derechos Reservados

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